RESPLANDOR AZUL
Grunewald escuchó por primera vez de este fenómeno gracias a Etienne, quien visitó el volcán en 2008 con un guía en Indonesia. Él aparecía en una foto junto con la silueta de un niño minero rodeado por un resplandor azul, lo que despertó en Grunewald el deseo de fotografiar a los mineros de azufre de aquella montaña.
Estos mineros extraen rocas sulfúricas, las cuales se usan en la industria alimentaria y química. Algunos, para duplicar su salario -muy bajo- trabajan de noche. Algunos de los trabajadores son niños, tratando de mantener a sus familias por cualquier medio posible.