Para saber que tu cera está lista para usarse, coloca una cucharada de agua en un plato y una cucharada de la mezcla encima, si la cera no se mezcla con el agua y por el contrario el agua se retrae, entonces lo has logrado.
Deja reposar la mezcla para que se enfríe un poco y puedas colocarla en tu piel sin que ésta resulte lastimada.