El cuarto punto es el santuario ubicado en la cima del Monte Sant’Angelo en Gargano, en la provincia de Foggia, Italia. En el año 490, San Miguel se le apareció al obispo y le dijo: “Yo soy el Arcángel San Miguel y estoy siempre ante la presencia de Dios. Esta cueva es sagrada para mí, es de mi elección. No habrá más derramamiento de sangre de los toros. Donde las rocas se abran de par en par, los pecados de los hombres serán perdonados. Lo que se pida aquí en oración será concedido. Por lo tanto, dediquen la gruta a culto cristiano”. Se le apareció de nuevo para ayudar al pueblo por una invasión y en la tercera, le dijo: “No es necesario que me dediques esta Iglesia, yo mismo la he consagrado con mi presencia. Entra y bajo mi asistencia, ora y celebra el sacrificio de la Misa. Te enseñare como yo mismo he consagrado este lugar”. Hubo una aparición más.
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