El colapso climático que estamos experimentando claramente ya está teniendo un impacto masivo en la vida que nos rodea. El verano pasado en Australia vimos con horror cómo murciélagos murieron durante una ola de calor y hemos sido testigos de más y más tortugas verdes que nacen exclusivamente hembras, debido al aumento de las temperaturas en las playas donde ponen sus huevos. Este tipo de eventos se repiten en diferentes lados alrededor del mundo.
Como todo en nuestro planeta viviente está interconectado, la forma en que hemos trabado la línea de anclaje del clima está causando interrupciones masivas a todos los ciclos precariamente equilibrados a los que están vinculados, como la sincronización de los ciclos de vida, las redes tróficas e incluso la salud humana. La escala y la velocidad de estos cambios de temperatura son alarmantes y abrumadores, pero demuestran claramente por qué es vital que todos intentemos hacer todo lo posible para frenar las emisiones de combustibles fósiles.
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