En el estudio se estima que hay un 1% de posibilidad de que el calentamiento se sitúe en 1.5° C. “Se llegó a la conclusión de que la temperatura de la Tierra no debía aumentar más de 1.5° C, debido a las catástrofes medioambientales severas que sufrirían muchos países. En caso de que se sobrepase, los daños por calor extremo, inundaciones o por el aumento del nivel del mar serán mucho más graves”, consideró Dargan Fierson, coautor del estudio.
El problema es que, por ejemplo, el año pasado fue el más caluroso del que se tenga registro, y en noviembre de 2016 la Organización de Naciones Unidas (ONU) aseguró que la temperatura mundial ha aumentado 1.2 °C desde el periodo preindustrial.
El hecho de que la temperatura media se elevara sólo .5° C bastó para que se multiplicaran e intensificaran las canículas y las lluvias torrenciales en los últimos años en diversas regiones del mundo, según el documento publicado por “Nature Climate Change”. Por otra parte, un estudio publicado en 2014 por la misma revista, señaló que la producción de trigo se reduciría un 6% por cada grado que aumente la temperatura.