Hay dos lugares que no pueden ser olvidados: la recepción y el área para comer. En el primero porque ahí se juntan muchas bacterias, debido a que normalmente se encuentra cerca de la entrada y porque es el punto de encuentro de empleados y visitantes. El segundo, porque a pesar de que debería de ser uno de los lugares más limpios, basta con recordar que muchas personas van al baño antes de ir a comer. Y por si lo anterior no fuera suficiente, hay un utensilio que usamos diariamente en la oficina que contiene heces fecales.