1. Cementerio de Highgate – Londres
El cementerio Highgate de Londres ofrece de lo mejor de la arquitectura funeraria en Inglaterra. El cementerio fue inaugurado por primera vez en 1839, por una empresa privada que esperaba convertirlo en negocio. En poco tiempo, se convirtió en uno de los lugares de mayor perfil en Londres para ser enterrado.
A mediados del siglo XX, la idea de un cementerio con fines de lucro había perdido su encanto y Highgate fue abandonado en su mayoría, con la naturaleza reclamando gran parte del predio. Al ser abandonado, pronto empezaron a circular historias fantasmas y demás apariciones. Sin embargo, hubo una historia que empezó a capturar la imaginación de los londinenses… un vampiro.
En la década de 1970, intrusos ingresaban regularmente al cementerio de Highgate por la noche y no pasó mucho tiempo para que empezarán a circular rumores de satanismo y actividades ocultas. Luego vinieron los avistamientos de un hombre “flotante” con un traje victoriano y un sombrero de copa, que se deslizaba por el cementerio.
Capturando la atención de los periódicos locales, comenzaron a realizarse numerosas cacerías de vampiros. Mientras curiosos visitantes acudían en tropel al cementerio una vez olvidado, también lo hicieron los informes de personas hipnotizadas por una extraña figura con ardientes ojos rojos. Sin embargo, el pánico de los vampiros no duró mucho, y el interés en la criatura nocturna se disipó hasta que fue olvidado en gran parte.
Hoy en día, los avistamientos del vampiro todavía se filtran ocasionalmente. Así que si estás pensando en dar un paseo por este hermoso cementerio, vale la pena vigilar a un hombre con una mirada hipnótica, para no ser víctima del vampiro de Highgate.