Estas oportunidades, sin embargo, no han pasado desapercibidas para los actores tradicionales del mercado de divisas, los bancos. Hace tan solo unos meses, fuentes del Banco de Inglaterra confirmaban que se encontraban estudiando la posibilidad de crear una criptomoneda propia. Algo así como una “Libra Virtual” que siguiese un protocolo parecido al de Bitcoin o Litecoin.
Bitcoin es una moneda, como el euro o el dólar estadounidense, que sirve para intercambiar bienes y servicios. Sin embargo, a diferencia de otras monedas, Bitcoin es una divisa electrónica que presenta novedosas características. También destaca por su eficiencia, seguridad y facilidad de intercambio.
Su mayor diferencia frente al resto de monedas, se trata de una moneda descentralizada, por lo que nadie la controla. Bitcoin no tiene un emisor central como los dólares o los euros. La criptomoneda es producida por las personas y empresas de alrededor del mundo dedicando gran cantidad de recursos a la minería.