Para empezar a aclarar la curiosidad hay que puntualizar que existen diferentes niveles en la internet profunda o mejor llamada “Deep Web” (Término que se le atribuye al informático Mike Bergman desde 2001). Niveles que la hacen pasar de su denominación “profunda” a “oscura”, por mostrar y comercializar con las bajezas, secretos y crímenes más grandes del ser humano.
Es importante aclarar que, una vez entrando a la profundidad de la web, no puedes asegurar con cabalidad qué es lo más fuerte o sorprendente que te vas a encontrar. Pues es tan extensa y tan libre para subir y bajar cosas que los límites son la oferta y la demanda alrededor del mundo.
En un nivel 2 de la deep web, por ejemplo, podemos encontrar sitios no indexados a los motores de búsqueda convencionales, sitios que aseguran el anonimato del usuario en un 90% a la hora de ingresar. Jill Ellsworth lo define como: “Un sitio que, posiblemente esté diseñado razonablemente, pero no se molestaron en registrarlo en alguno de los motores de búsqueda. ¡Por lo tanto, nadie puede encontrarlos! Estás oculto. Yo llamo a esto la Web invisible”