Si bien, la muestra que tomaron para esta investigación es pequeña, en comparación con la cantidad de botellas de agua que se producen en el mundo, los resultados son una alerta que nos lanzan para poder comprender la penetración e implicaciones que puede tener el plástico en nuestras vidas. Aunque no hay estudios que revelen que la ingesta de pequeñas cantidades de plástico pueda causar un mal, si en tu país el agua de grifo ya no está contaminada y ha sido declarada apta para ser bebida, mejor toma de ahí. Si no es así y existe la más mínima posibilidad que esta agua esté contaminada, es mejor que sigas consumiendo agua embotellada.
Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-43411826
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